Tomando la cicatriz como huella de una experiencia personal, mi discurso reflexiona sobre la naturaleza, la vida, el cuerpo, identidad, dolor, enfermedad, muerte y sobre el concepto de memoria.

En mi trabajo, parto de la acción de apretar con la mano como cicatrización del gesto a través de la materia y entendiéndola como huella del dolor causado, tanto por la enfermedad del cáncer en la propia piel, como por todas aquellas acciones que ponen en jaque la estabilidad física y emocional del ser humano.

En la obra se tratan tanto las experiencias personales al respecto, como aquellas que afectan inevitablemente al conjunto de la humanidad y en las que cualquiera puede verse identificado. Y todo ello mediante la construcción de un discurso plástico en el que utilizo materiales como el metal, la madera, terracota, resina, pan de oro, y restos tomados directamente de la naturaleza.

Por otra parte llevo a cabo todo y cuanto a encargos artísticos se refiere.